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1. Temperaturas altas pueden incrementar la presión dentro del cartucho de CO
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y también dentro del arma
por encima de la presión estándar de servicio. Este exceso de presión podría impedir el funcionamiento y
causar daños permanentes en la pistola. La temperatura máxima de servicio y almacenamiento nunca debería
exceder los 122 °F (50 °C). Esta temperatura puede alcanzarse si deja el arma expuesta al sol directo. Por ello
es recomendable no exponer la pistola a temperaturas altas o al sol directo durante largos periodos de tiempo
para que funcione correctamente. De lo contrario el cartucho de CO
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puede sobrecalentase y explotar,
pudiendo dañar el arma y causar lesiones físicas o la muerte de las personas que se encuentren en las
inmediaciones.
2. El disparo rápido consecutivo puede producir un descenso de la temperatura en la pistola y en el cartucho
de CO
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. Esto puede conducir a una reducción de la velocidad en la boca, presión desigual y afectar a la
operación de retroceso del arma.
3. Recuerde que durante una secuencia rápida de disparos la velocidad en la boca del cañón disminuirá con
cada disparo, pudiendo afectar negativamente a la potencia del disparo.
4. Nunca intente disparar la pistola de aire comprimido con un cartucho de CO
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que ya haya perdido gran
parte de su presión inicial. Algunos de los indicadores que hacen sospechar una presión insuficiente en el
cartucho de CO
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son:
A) el sonido del disparo no es tan ruidoso como cuando el cartucho está lleno
B) la munición impacta en la diana, pero en una posición inferior de lo que lo haría en el caso de que el
cartucho de CO
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estuviera lleno (en consecuencia, la velocidad de disparo ha disminuido)
disparar con presión de gas insuficiente puede implicar que el balín quede atascado
en el cañón. Tenga siempre en cuenta las instrucciones en caso de obstrucciones.
AVISO:
una obstrucción es una situación de peligro.
AVISO: